LIBERTAD Y SIC TRANSIT GLORIA MUNDI

 

 


Mi nombre es Libertad. Y he de confesar que no puedo más. No puedo con lo que os habéis convertido, no puedo ver cómo una Europa fuerte y unida permanece impasible ante la agonía de miles de personas en Gaza, un país al que están matando y aniquilando. Ese país está siendo arrasado, bombardeado, mutilado y aniquilado. Es un cementerio. Miles de cuerpos inertes yacen sobre las ruinas de aquello que llamaban hogar y parece no tener la posibilidad de convertirse ni siquiera en un vestigio futuro ya que tras su destrucción total, los occidentales la colonizaran y la convertirán en algo parecido a un resort. ¿No os da vergüenza? ¿Tan poco habéis aprendido de la historia? ¿Es eso respeto? Hablo en plural porqué a veces, no actuar o callar es sinónimo de complicidad o aceptación ante un acto tan atroz como el genocidio que la humanidad perpetra contra sí misma (o una parte de ella).

Gaza no es más que la víctima de un país que se hace llamar democracia pero cuyos gobernantes se han tomado la justicia por su mano y aprovechando un atentado contra los suyos han perpetrado otro, extendiéndolo a lo que la historia recordará como la erradicación étnica más grande desde el Holocausto. Israel, ha decidido no respetar los derechos humanos voluntariamente porqué tiene el poder y tiene a quienes les defienden. Recibe el apoyo de Estados Unidos y Europa, naciones que creen ser las más avanzadas del mundo pero que demuestran estar muy lejos de tener dignidad. Naciones, que no han hecho nada más que condenar los ataques y mirar hacia otra parte a la hora de ayudar a inocentes que mueren cada día bajo las bombas. En términos humanos, los países occidentales son los más atrasados por qué lo peor no es el mal sino la indiferencia. La humanidad ya lo vivió durante la Segunda Guerra Mundial con el Holocausto. Saber de un delito, verlo pero no denunciarlo, no detenerlo y callar, convierte a cualquier buena persona en cómplice. Por tanto, la sangre de todos los gazatíes que mueren bajo las bombas de Israel mancha las manos de Europa y Estados Unidos. 

Si algo se sabe es que "la lección más grande de la hisotria es que el ser humano no aprende de ella". Permitidme reformular esa cita. "La lección más importante de la historia es que el ser humano no quiere aprender de la historia." Es incomprensible que un país como Israel, que los judíos que fueron víctimas de un horror tan atroz como el Holocasuto, que conocen el dolor del desprecio, la indiferencia más absoluta, el anhelo por tener un hogar, por ser parte de un mundo mejor en el que no sean señalados ni aniquilados; hoy, estén perpetrando un genocidio contra los palestinos. Los líderes políticos actuales son una vergüenza. Van en contra de la vida humana, tan solo saben hablar y no actuar. No han entendido nada de la historia. Quieren liderar a base de engaños, patrañas y mentiras. No son honestos con nada ni con nadie (excepto con sus propios intereses). 

Quizás, no se trate de saber cuando se redactaron los derechos humanos o dónde, sino que tal vez, se trate de conocerlos, reconocerlos y aplicarlos con todo aquel que forma parte de nuestra especie. Quizás, no se honra la historia. Tan solo se cuenta y se narra desde el punto de vista de los vencedores y por ignorancia, se repite cíclicamente. Educar, no puede ser tan sólo dar información. Educar, debe ser animar a actuar en concordancia con algo que parece cada vez menos común: Los valores y la moralidad. Eso es lo que os ha hecho avanzar. Ahora, creéis que la tecnología os hará mejores pero lo único que ha hecho la tecnología por vosotros, es convertiros en esclavos, en personas llenas de inseguridades, problemas de salud mental  e incapaces de empatizar con nada ni nadie que no se vea a través de una pantalla. Es decir, os ha despojado de humanidad. Incluso vuestros hijos están siendo víctimas de esa idiotización y nadie hace nada más que fomentarla. Cada día, les exponemos más y más a un mundo irreal, un mundo desalmado, un mundo que no está en sintonía con la realidad. Y lo consentís y os da igiual. Y a una se le desgarra el corazón y el alma. No se puede pedir responsabilidades a alguien que no sabe ni entiende el mundo en el que vive. Pero si todo va mal, lo culparéis a las generaciones jóvenes, en lugar de hacer autocrítica, porqué es lo fácil. Evadir responsabilidades es mejor que aceptarlas y afrontarlas. 

Pensaba, como defensora de la humanidad, que ser humano era comprender, entender, compadecer, ayudar, amar y perdonar. Pero por desgracia, todo se reduce a atacar, anular, despojar, arrebatar, ignorar, competir, destruir y desvalorizar al otro. Realmente, si hablamos de evolución, creo que podemos decir que hemos evolucionado en la manera de vivir, pero no en la manera de ser, de sentir. Hemos cambiado el mundo pero no nos hemos cambiado a nosotros mismos. Los pecados y los errores del pasado siguen siendo los mismos y los repetimos constantemente.

La deshumanización hoy, es mayor que nunca y debería ser preocupante, porqué no sentir es sinónimo de morir. Quizás estamos caminando entre no muertos, entre seres cuyos órganos vitales funcionan, pero sus emociones están anestesiadas, están ausentes completamente. Nunca antes en la historia las personas habían demostrado tanta indiferencia hacia las guerras, los dramas humanitarios  e incluso la vida de sus iguales. Os guste o no, al final, todos nacemos iguales. Articulo I de la Declaración de los Derechos humanos.

"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros."

Sin embargo, no se hace caso y vivimos en un sistema que prioriza las circunstancias personales y arbitrarias como ser pobre, rico o pertenecer a un grupo étnico determinado antes que el derecho a ser tratado digna y fraternalmente. No se vive equitativamente. Esa, quizás, sea una de las asignaturas pendientes de la humanidad: Vivir equitativamente aceptaros por lo que sois y no por lo que tenéis. 

No sois libres porqué dependéis de algo demasiado cruel y sucio como es el dinero y la comodidad que éste os proporciona, dependéis de los demás. El dinero da la felicidad y quién diga lo contrario está equivocado. Pero sois vosotros los que así lo habéis establecido, ese es vuestro modo de entender la vida, estar en un sistema en el que la única manera de ser libre es tener mucha riqueza material. Sois vosotros mismos los que fomentáis la desigualdad que un sistema determinado os impone, sois vosotros los que preferís el individualismo al altruismo.

Quizás, un gran acto de humildad sería reconocer y aceptar que a pesar de ser iguales por el mero hecho de ser humanos, no nos consideramos iguales y que las vidas de unos parecen importar más que las de otros, que el poder y la supremacía, el delirio de alguien psicópata que ha alcanzado el poder, justifica los genocidios y la indiferencia de los subordinados y gobernados. Quizás, deberíamos admitir que por desgracia, así seguirá siendo. Porqué Hitler fue uno, Stalin otro, Netanyahu lo está siendo y Putin también, psicopatas, genocidas, malas personas que están o estuvieron al frente de grandes potencias y que ensuciaron la dignidad y reputación de sus pueblos por obedecer a su megalomanía. 

Os recuerdo que yo presencié la ejecución de un rey y toda su familia. No por atacar a a nadie sino por no valorar las vidas de los demás y creer que por derecho de nacimiento, eran mejores que los demás. Que ser reyes y tener el poder, les garantizaba poder ignorar las necesidades del pueblo Lideré una revuelta contra todos esos nobles y reyes que veían como la gente moría de inanición en la calle. Y os puedo decir que si no cambiáís de mentalidad, el mundo en un futuro será un lugar horrible. Hay que actuar y rebelarse contra aquellos que nos representan si se siente que ya no lo hacen más. Sólo así, se puede cambiar el mundo.

El poder corrompe demasiado, revela cómo son en realidad las personas que lo poseen y por desgracia hay muy poca humanidad en la mayoría de dirigentes actuales. No hace falta ser experto en política para entender que "política" ya no es "el arte de llegar a acuerdos", si´no que es el arte de manipular, engañar e incluso eliminar al adversario, es el arte de "hacer lo que uno quiere, porqué me han elegido y si ahora no les gusta que se fastidien". No es comprender, no es ayudar, es simplemente mandar. Aquel lema de la Revolución Francesa "todo por el pueblo pero sin el pueblo" está más vigente que nunca. Y hablando de la Revolución Francesa quizás, de ella, deberíamos haber aprendido un poco más. 

Antes, se luchaba por los derechos, ahora se lucha para suprimir ciertos derechos de ciertos sectores de la población y se usa como pretexto cuestiones que no deberían bajo ningún concepto definir a un ser humano (raza, étnia, sexo, nivel económico...) y eso es muy preocupante. Libertad, fraternidad, igualdad. ¿Dónde ha quedado eso? Hubo muchísimos disturbios durante la Revolución Francesa, porqué la gente no tenía nada que perder y se sentían iguales, unidos por la miseria pero lograron un hito histórico, justicia. Sin embargo, hoy no caerá nadie, la justicia se manipula. Ignorarán al pueblo y se aferrarán a su posición. Mentirán, dirán lo que el pueblo quiere escuchar para salvarse.

Y es así como hoy, los políticos se han convertido en los mayores sinvergüenzas y detractores de la libertad. El pueblo, se ha convertido en la sociedad más inculta y ciega que haya existido. Votan a políticos que defienden tan sólo sus intereses y los adornan con palabreria, difunden falacias y argumentos falsos para al final, tener el objetivo de mantenerse en el poder y empapar el ego desmedido que muestran ante las camaras, 

Hitler supo hacerlo muy bien y los políticos actuales saben mimetizarlo. Pero no toda la culpa es suya. La sociedad, es quién realmente tiene el poder pero no lo sabe ni le interesa saberlo, es más parece que tampoco le interesa ejercerlo, porqué es incapaz de ponerse de acuerdo. La sociedad de hoy debería ser la más preparada para actuar, es la que más acceso tiene a la información y la más borrega de todas. No se analiza a fondo nada, no se piensa, no se calibran las acciones, tan solo como bien dijo Oscar Wilde "se  conoce el precio de todo y el valor de nada. No se vive, se existe, ya está". Sólo puede vivir quién tiene un por qué y eso lo dijo Victor Frankl, un judío que vivió en Auschwitz. Y debe ser una causa noble que vaya más allá de satisfacer las necesidades básicas, sino tan solo sois animales. Y ahora es cuando yo me pregunto ¿realmente, para qué vivís?.

Definitivamente no vivís para defender unos valores ni para ser mejores. Vivís con un ritmo de vida monótono, superior, a cambio de un sueldo que os permita decir que paradójicamente no solo existís, vívis, os permita sentir esa felicidad que da todo lo material. Pero, en el fondo vuestro corazón está vacío, su latido es un eco sordo porqué está silenciado por la codicia y la ambición desmedida. Cuando más tenéis, más queréis o más creéis necesitar y es así como uno se esclaviza y no distingue lo básico del lujo. Habéis perdido todo el sentido de lo que es vivir en comunidad, de respetar, de ayudar, de empatizar, de entender. Y es una auténtica lástima.

El genocidio que Israel está cometiendo no tiene precedentes. Gaza, hoy, está hecha de escombros, cuerpos mutilados, calcinados, restos de bombas, gritos de dolor, agonía y desesperación, llantos de niños que no entienden nada y suerte que no saben que el resto del mundo está viendo su desesperación sin hacer nada. Suerte que no saben que mientas el sábado los bombardeaban, el resto del mundo estaba más pendiente de un festival de música que no de su drama.

La respuesta de otros países es desoladora, insuficiente, casi nula. La indiferencia es atroz, todos parecen mirar para otro lado porqué nada une más que la economía, el mercado y las uniones políticas. La política hoy, es algo demasiado sucio, demasiado corrupto, corrompido y afecta a todos por igual. Ya no hay libertad, no hay humanidad, no hay un atisbo de compasión y empatía por los demás seres humanos. Y sé que ya lo he dicho, pero no me canso de repetirlo. Lo que llamáis justicia y libertad, no lo es. 

Libertad es intervenir, es rebelarse contra las injusticias, ayudar al resto y no ser indiferente hacia un genocidio masivo e injusto. Hoy, yo ya no puedo guiar a los pueblos, todos son esclavos de intereses políticos y económicos y lo pero es que nadie es consciente de ello. He perdido mi esencia, se me ha ninguneado y desvalorizado hasta extremos impensables. Si Gaza muere y se extingue, yo me extingo con ella. La esperanza es lo último que se pierde pero creo que Occidente, ya la ha perdido, ha perdido lo único que nos puede hacer humanos. Los valores sobre los que una vez, se forjó y tan hipócritamente defendió. 

Sic transit gloria mundi. Si muere Gaza, muere nuestra dignidad, nuestra humanidad y nuestra capacidad para demostrar que el corazón es más que un musculo latente cuya función es mantenernos con vida siempre y cuando, aquellos que biológicamente pero no humanísticamente son nuestros iguales, no decidan bombardearnos y despojarnos de lo primordial: el derecho a la vida y la dignidad.

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